La relatora de la charla, Rocío Delgado, Química de la Universidad de Chile, Gerente de Calidad de F4F fundamentó su exposición explicando cómo el sistema alimentario mundial es -de acuerdo a lo expuesto-, desequilibrado e ineficiente: “cada vez consumimos más carne, pero para producir esa carne se necesitan miles de toneladas de alimento para los animales. Para producir un kilo de salmón se necesitan 1,2 kilos de preparados para la industria acuícola, lo mismo para la industria de las aves, del porcino y para la industria de la carne de vacuno, para producir un kilo de carne se necesitan de seis a nueve kilos de alimento preparado para la ganadería”.
Rocío Delgado contextualizó que, “el 70% de la industria de grano en el mundo está destinada a la producción de alimento para animales, especialmente soja. Desde 1960 esta industria ha aumentado más de diez veces, teniendo más de 100 millones de hectáreas para el cultivo de este producto, mayormente ubicadas entre Estados Unidos y Latinoamérica. Un dato no menor, el 75% de la soja que importa China proviene de la Amazonía. Asimismo, más de 140 hectáreas de suelo argentino es destinado al cultivo de soja transgénica, un cultivo altamente contaminante, asociado a la deforestación y contaminación de acuíferos y ríos subterráneos”. Asimismo acontece con los recursos marinos especialmente por la producción de harina de pescado, argumentó.
“La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA, o más conocida como FAO) indica que casi mil millones de personas pasan hambre cada día, sin embargo un 30% de los alimentos se eliminan, aquí hay una paradoja, mientras el 10% de la población mundial pasa hambre un 30% de los alimentos que se producen van a parar a los vertederos”, aseguró la científica.
La gerente de calidad de F4F planteó como solución, asegurar la alimentación del futuro sin depredar las tierras y los mares, haciéndose cargo, al mismo tiempo, de esos alimentos que van a parar a los vertederos y que emiten gases de efecto invernadero: “La solución la encontramos en la misma naturaleza ‘la mosca soldado negro’ (Hermetia illucens), es uno de los organismos más eficientes en la descomposición de desechos orgánicos. El año 1981 se describe por primera vez su presencia en Chile, entre las zonas de San Felipe y Valdivia. La mosca soldado negro no se alimenta en su etapa adulta, por lo que no transporta patógenos -es inocua- toda la energía que ella necesita, para poder en su estado adulto volar, copular y poner huevos, la genera en estado larval”.
“Un kilo de huevos de mosca soldado negro, en siete a diez días, consume 25 mil kilos de desechos orgánicos, transformándose en 5 mil kilos de larvas y 15 mil kilos de excremento, que son utilizados como fertilizante orgánico en los cultivos”, ejemplificó la relatora.
Rocío Delgado explicó así la experiencia de la empresa que trabaja en elaboración de alimentos para la ganadería: “Comenzamos el año 2015 en un pequeño laboratorio en Puerto Varas, sólo sabiendo acerca de la mosca. El año 2016 nos trasladamos a Puerto Montt a nuestra planta piloto, en donde estuvimos hasta el 2020. Fue un enorme esfuerzo de investigación y desarrollo para entender la biología de nuestra larva, pero también un trabajo contundente en ingeniería de procesos”.
Actualmente la empresa encontró una ubicación definitiva, considerando el estratégico sitio que produce la mayor cantidad de desechos agroindustriales del país: “Cuando vimos que esto podía ser ampliable y sustentable en lo ambiental y económico, comenzamos el proceso de escalamiento. Con esto el equipo de trabajo, se trasladó a Talca, en la Región del Maule, lugar donde según los mapeos hay mayor disponibilidad de desechos agroindustriales en la zona central”, amplió la profesional.
La empresa F4F, tiene foco en la agroindustria, la gerente de calidad de la compañía añadió: “Chile está en pañales en el uso de insectos para la nutrición animal, mucho más para la nutrición humana, este año, en enero, la Unión Europea abrió el uso de insectos al mercado de la alimentación humana en tres especies, entre las cuales está la mosca soldado negro”.
La académica del departamento de Industria y Negocios de la Universidad de Atacama, María Díaz Campillay, organizadora del webinar consideró que “esta actividad se inserta como apoyo a la formación holística de nuestros Ingenieros e Ingenieras Civiles Industriales y en su futura actuación profesional, donde esperamos formar personas activas y comprometidas en las transformaciones económicas, sociales y ambientales. Para lograr esto es importante generar espacios para conversar y reflexionar sobre el Desarrollo Sostenible y de evidenciar la necesidad de contribuir en esta temática”.
María Díaz Campillay valoró esta actividad de forma exitosa, “en ella pudimos observar que existió un gran interés y participación de los asistentes. La procedencia de éstos mayoritariamente fue de nuestros alumnos de Ingeniería Civil Industrial, pero también contamos con participantes externos, entre ellos tenemos alumnos de la Universidad Católica del Norte, lo que evidencia que no estamos solos en el abordaje de esta temática y que se pueden hacer redes de trabajo que permitan realizar experiencias colaborativas”.
Redacción: Oscar Delgado, Periodista DIVIC.