Hoy 14 julio de 2021 se conmemoran 232 años de la toma de la Bastilla Saint Antoine (1789), la cual era una fortaleza medioeval en pleno París utilizada como prisión. El pueblo tomó las armas y liberó a los prisioneros, entre los cuales se encontraban importantes pensadores de la época. Los ciudadanos revolucionarios bajo los principios de “liberté, egalité y fraternité” querían eliminar los derechos y privilegios del sistema feudal y de la nobleza, el término del poder de Luis XVI, imponer su forma de gobierno republicano, llevar a cabo una asamblea que pusiera fin a la monarquía, y firmar una Constitución.

La importancia de la toma se debe a su valor simbólico representando la caída del poder absolutista de la monarquía francesa, el fin del antiguo régimen y punto inicial de la revolución francesa.

Entre las principales causas de la revolución francesa se pueden mencionar: la molestia popular por el alza de precios de los alimentos provocados por las malas cosechas desde el año 1780; el descontento de la burguesía frente a su marginación política porque sólo los privilegiados podían ostentar cargos y disfrutar de reconocimiento social; la crisis financiera profunda de la monarquía producto de los gastos elevadas del Estado y de la corte; y el surgimiento de una nueva corriente intelectual denominada “Ilustración”.

La característica fundamental de esta nueva corriente de pensamiento “Ilustración” fue defender el uso de la razón sobre el de la fe para entender y solucionar los problemas de la sociedad. A través de la unión de escuelas de pensamientos filosóficos, sociales y políticos, los iluministas buscaron extender la crítica racional en todos los campos del saber humano. Como no recordar el aporte de Voltaire, Jean Jacques Rousseau, Montesquieu, Denis Diderot, Jean-Baptiste le Rond d’Alembert, entre otros.

Así, Francia, un pentágono de tierra de aproximadamente 550.000 kilómetros cuadrados, ubicado al oeste de Europa, ha ejercido un liderazgo cultural y científico y ha sido cuna de grandes hombres y mujeres que han contribuido en forma extraordinaria al desarrollo de las artes, ciencias, filosofía, matemáticas, y política. Pierre y Madame Curie, Auguste Renoir, Maurice Ravel, Joseph Fourier, Paul Cézanne, Jean Michel Jarre, Joseph-Louis Lagrange, Paul Gauguin Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Claude Debussy, Pierre Laplace, Charles de Gaulle, y tantos otros, dejaron una huella indeleble en sus obras con sus talentos y esfuerzos.

Finalmente, hoy, en tiempos de pandemia, y escuchando la melodiosa voz de Edith Piaf, pienso que los principios de libertad, igualdad y fraternidad cobran más vigencia que nunca como ideario republicano para construir un país libre, con justicia social, y fraterno, considerando a todos los hijos de esta hermosa y alargada faja de tierra.